Las estrategias tienen que ser cortas y simples

Todas las estrategias y cualquier presentación que uno haga es mejor cuando va directo al grano. El tiempo de todos es valioso y cada vez la gente tiene menos ganas de leer textos extensos (a no ser que sean literatura). Lo vemos a diario cuando poca gente repara siquiera en lo que se envía por mail cuando supera los 4 o 5 renglones, ni qué hablar cuando el lector debe hacer girar la rueda de su mouse para efectuar el scroll descendente.


La tendencia que marcó Twitter de condensar contenido, reducirlo, exprimirlo y quedarse sólo con el jugo se extendió a todos los ámbitos. De todos modos, hay que tener cuidado porque muchas veces se exprime una fruta que estaba en mal estado o verde. Entonces, recomiendo que las estrategias no sean tan cortas como un Twitt, pero tampoco tan largas como un manifiesto de Wikipedia.

Los ejecutivos que leen planes tienen poco tiempo. Sus cabezas están configuradas de un modo esquemático para lograr simplificar los problemas que deben resolver a diario. Sus esquemas mentales ordenan el mundo de tal modo que buscan colocar cada cosa presentada en alguna categoría. Si no hicieran esto, sus jornadas de trabajo podrían ser aún más extenuantes y lograrían resolver pocas cosas a diario (tal vez las resoluciones serían más creativas si así no lo fueran).

Es por estas situaciones que los ejecutivos buscarán ver en la estrategia planteada un formato típico al que están habituados al ver informes de finanzas, de operaciones, de ventas. Pretenderán ver un abstracto, un resumen ejecutivo.



Si la estrategia fuera una película, lo que se presenta debería ser el trailer.

Toda estrategia debería: 
  • Tener números y no sólo ideas
  • Privilegiar la imagen por sobre el texto
  • No superar los 10 slides (a modo tentativo y sin contar carátulas)
  • Estar pensada en el que la asiste y no en quien la presenta
  • Mostrar un problema y una solución
  • Detallar la forma en la que se medirá el éxito
  • Plantear pasos a seguir
  • Identificar responsables
  • Trazar plazos


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